jueves, febrero 17, 2022

Para ser libre




 Lecturas de papel

 

Para ser libre

 

Juan Guerrero (*) 

 

Ya lo indicaba el profesor, Daniel Pennac en su libro Como una novela: “El verbo leer no soporta el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo ‘amar’…, el verbo ‘soñar’” Y esto es cierto, por eso los procesos lectoescriturales deben desarrollarse, más que en ámbitos democráticos, en verdaderos espacios donde el sentido de la libertad, de la amorosidad y la felicidad sean el centro de toda experiencia de lectura significativa.

 

Por ello los libros más trascendentales de la humanidad, como Don Quijote, la BibliaEl Popol VuhLa Divina Comedia, La OdiseaEl señor de las moscasLa montaña mágicaLa metamorfosisLa hoja que no había caído en su otoñoHamletEl señor de los anilloso aquellos de estos tiempos, como Harry Potter, Crepúsculo o Juego de tronos, contienen algo altamente explosivo en sus relatos: lo mágico, esotérico y misterioso.

 

Ese esoterismo es la marca que trasciende y hace que tanto el libro como el lector, sea este iniciado o fluente, se muevan en universos de experiencias más allá de su ruta de vida cotidiana. Porque un libro tan mágico y esotérico como la Biblia no es propiedad de ninguna religión, ni tiene que ver con iglesia alguna. Es, sí, referencia cultural de pueblos antiguos que cuentan sus historias, mitos, fábulas y hasta actos amorosos, como en el Cantar de los cantares, texto de absoluto erotismo o aquel pasaje de alta magia y hechicería donde el profeta y maestro místico Moisés, frente al faraón quien hace aparecer una serpiente, extiende su cayado y hace aparecer otra de mayor tamaño. Son estos como otros, actos de alta alquimia, brujeriles (en términos esotéricos), de experiencias y hechos mistéricos que construyen procesos de complejidad en la mente humana y hacen del libro una verdadera y significativa experiencia de lectura.

 

También en libros, como Don Quijote o Harry Potter, donde lo mágico es parte esencial en la narración. Es en estos extremos donde el lector encuentra sentido, correspondencia y vive la experiencia de la libertad como hecho cierto, donde no existen impedimentos para trascender y trascenderse e instalarse en otros mundos. Donde lo imposible no tiene razón de ser. Toda realización, todo acto de creación está ofrecido merced a la intrincada, laboriosa y compleja red de relatos que son expuestos en total y absoluta libertad.

 

Por eso es tan necesario atreverse a leer, y leer libros significativos, trascendentes, que permitan acercar la experiencia de la libertad del ser. Entender que la lectura de estos y otros libros, donde la magia de la vida se aprecia como esencia que impulsa hacia la libertad como plenitud, como vivencia y como hecho cotidiano, son el resumen de culturas que afirman la esencialidad de esa otra razón de existencia: la vida mística, amorosa, esotérica expresada en sus misterios como hechos cotidianos.

 

La libertad se vive, tanto en los hechos cotidianos de la vida como en la búsqueda de ella mientras construimos nuestras historias. Eso lo encontramos también en la lectura de libros que son sagrados, que resumen parte de una cultura. 

 

No creo prudente que un neo lector inicie su experiencia de lectura con textos complejos, como El libro de Urantia o el enigmático Codex Gigas (Biblia del Diablo). En esto siempre he deseado, al menos, tener entre mis manos para acariciarlo, el misterioso, enigmático e imposible de traducir (hasta ahora) Manuscrito Voynich. Texto o codex crípticoque no ha podido ser descifrado, apenas se comprende parte de su complejo e intrincado sistema de dibujos y lenguaje imposibles de entender para los eruditos.  

 

Sí sería grato iniciar la experiencia de la libertad con un relato corto, como La hoja que no había caído en su otoñodel escritor Julio Garmendia. Un cuento que en su sencillez muestra lo más complejo de la naturaleza, a partir de la historia de una hoja adherida a la rama de una ceiba que no quiere desprenderse y ve pasar su tiempo hasta que le llega su otoño y es tomada en el pico de un pájaro que en su vuelo responde el trino de un ave enamorada y ella, la hoja, va ‘cayendo’ eternamente al infinito.

 

Relatos como estos muestran el infinito de mundos que reflejan los misterios que encierran las lecturas de libros esplendorosos, como estos que citamos. Son ejemplos de libertad amorosa, construcción de universos donde la lectura es plenitud y certeza de vida eterna.

 

(*)   camilodeasis@hotmail.com   T

jueves, febrero 10, 2022

Salvador Tenreiro, entre las redes




 Lecturas de papel

 

Salvador Tenreiro, entre las redes

 

Juan Guerrero (*) 

 

De ese encuentro a mediados de los años 90, en Puerto Ordaz, para después vernos semanalmente en las redes sociales, pasaron cerca de 30 años. Fue una cercana tertulia entre tres buenos amigos. Venía Salvador de ofrecer una conferencia a la que no asistió nadie, solo nuestro común amigo, él, un técnico de sonido, y yo. Pero tuve el privilegio de recibir toda la atención de quien me obsequió su libro con un hermoso mensaje. Después la tertulia se disipó entre comentarios sobre el estado de la cultura nacional y sus hacedores. –Mala gente ésta que nos rodea, me dijo Salvador, en referencia a los nuevos gobernantes.

 

Había leído a Salvador Tenreiro (1952-2021), desde hacía mucho tiempo. Sabía de sus pasos como profesor en la Universidad Simón Bolívar, donde se desempeñaba como investigador y docente. También porque había estudiado, una década antes, en la Escuela de Letras de Universidad Central de Venezuela donde se hablaba de él como un erudito y meticuloso crítico literario.

 

Después solo supe que se había ido a París por estudios doctorales en La Sorbona. Fueron años de silencio mientras iba construyendo su extraordinaria obra literaria que está ofrecida como un tesoro para quienes quieran darla a conocer. Porque la obra poética, ensayística y de relatos construida por Salvador Tenreiro está hermosamente trabajada a partir del uso de un lenguaje despojado de todo ornamento que la pueda ocultar. Es una ‘palabra plural’, amplia, cadenciosa y muy personal. Aborda cantidad de temas que siempre terminan en el ser, en la esencialidad de la palabra. 

 

Entre las desgarraduras que encuentro en la escritura de Tenreiro, el desarraigo es una presencia dolorosa, tanto por haberla vivido en carne propia como por la manera como la aborda, desde la cotidianidad del regreso a un espacio del que partió siendo muy niño y al que regresa sintiéndose ajeno. Solo los recuerdos de lo memorioso alcanzan abrazar el desamparo. Español exiliado en Venezuela o venezolano exiliado en España. Fue su destino, que, sin embargo, asumió de una manera original. Se refugió en sus últimos años en las redes sociales y a través de ellas logró construir su propio espacio, permanecer como presencia indispensable entre quienes periódicamente le seguíamos y leíamos a través de sus relatos, poemas, fotografías y artículos.

 

Así, cada semana publicaba sus relatos donde el espacio que habitaba físicamente (La Coruña) se iba ampliando con recuerdos de su amada Caracas, la ciudad de la eterna primavera. Ajenas personas que se encontraba ahora por las calles empedradas de sus años de niñez, sobreviviendo solo para pagar la renta y comer. Son parte de la temática de sus últimos escritos, también de sus poemas que iluminan la dolorosa soledad que va transitando. La del regreso a un pueblo que no le reconoce, pero que al mismo tiempo le saluda educadamente y al final, solidariamente termina por ser su lecho de vida eterna.

 

Como Salvador Tenreiro, otros escritores mantienen su presencia en las redes sociales, utilizando estas plataformas para dar a conocer sus escritos, incluso para sugerir lecturas, informar y formar lectores críticos. Al hacerlo, logran que el lector común pueda acceder a otras maneras de abordar el lenguaje donde se encuentre con formas de escritura más complejas y, por tanto, mayor capacidad para nutrir su lenguaje. 

 

La presencia de estos escritores en las redes sociales inaugura una manera de abordar las nuevas tecnologías desde una perspectiva que contribuye a aumentar la audiencia de quienes han sabido utilizar las redes sociales con fines pedagógicos, para incentivar el interés por la lectura, por los temas literarios y culturales. Porque este escritor presentó en sus relatos que publicaba en su portal, nombres de escritores, de artistas e intelectuales desconocidos o muy poco conocidos.

 

Gracias, Salvador. Tu iniciativa para mostrar tus últimas creaciones resultó un incentivo para quienes sabremos apreciar tu luminoso lenguaje, construido desde la más pura y sagrada amorosidad de la vida, que tanto amaste.

 

 

(*)  camilodeasis@hotmail.com   TW @camilodeasis   IG @camilodeasis1