miércoles, junio 30, 2021

El tesoro de la poesía venezolana




 Lecturas de papel

 

El tesoro de la poesía venezolana

 

Juan Guerrero 

 

  Por estos días un vecino me aseguraba que el tesoro de Moctezuma (o Montezumase encontraba enterrado en una solitaria y despoblada isla venezolana, en pleno mar Caribe. Incluso fue más allá; sacó el celular de su bolsillo y me mostró en su pantalla, un escueto y elemental mapa parecido al dibujo de una rayuela. –Mapa de piratas, corsarios y filibusteros, pensé.

 

  De seguidas comentó que en esa isla en pleno ‘Mare Nostrum, estaba sepultado un navío con tesoros inmensos; piezas y barras de oro, collares de plata y perlas, pectorales y plumajes de espectacular belleza. En fin, que esa secreta información la había recibido por intermedio de un masón que tenía una extraña casa, estilo bunker, en Trujillo, donde había construido sótanos y otros pasadizos que solo los elegidos conocían.

 

  Toda esa proeza de fantasía brillaba en sus ojos mientras aumentaba su frenesí en medio de una etílica conversacióndonde los símbolos masónicos, templarios y de illuminati, se entre mezclaban hasta el paroxismo. Imaginé que algo parecido debieron sentir los primeros europeos cuando encontraron las bocas del Orinoco y se adentraron por esa inmensidad de agua dulce. De su experiencia se iniciaron las primeras crónicas de los expedicionarios que ahora sabemos dieron origen a nuestra historia, cuya base esencial es la poesía.

 

  Porque en verdad nuestros orígenes como pueblo y nación los encontramos en los cronistas, comenzando por el propio Cristóforo Colombo y después, la serie de conquistadores y misioneros que contaron su experiencia en el Nuevo Mundo. De esa riqueza idiomática y de telúrica memoria, se nutre la historiografía nacional, con fray Pedro de Aguado, fray Pedro Simón, José de Oviedo y Baños, hasta Andrés Bello. Todos leen y se copian del primero, construyen y reconstruyen, sin darse cuenta, una historia particular y muy propia, que con el tiempo será la partida de nacimiento de todo cuanto existe sobre esta Tierra de Gracia.

 

  Por ello habría que entender esto que fuimos, somos y seguiremos siendo desde la particular visión del habla poética. El devenir del ser venezolano está consustancialmente adherido al ser de la poesía. Creencias, valores, principios y razones de vida están cruzados por el hacer poético. Porque la misma razón y sentido de existencia tiene en su plenitud cotidiana la trascendencia erótica (de vida) que lleva a la misma identidad de ser con su sacralidad, su divinidad.

 

  Así las cosas, es la poesía el acto más trascendente del venezolano en todo su hacer y ser. Lo podemos observar hoy cuando cruzamos la incertidumbre de este momento histórico, ella está presente en la insólita vida cotidiana, tan absurda, cruel y lacerante. Mientras otras formas de hacer la cotidianidad se diluyen en la banalidad de los días, la poesía trasciende y es refugio de quienes nada tienen, por muy insólito que ello parezca. 

 

  La poesía venezolana posee una fuerza interior gracias a que sus hacedores tienen consciencia de un destino trascendente, marcado por una memoria ancestral que jamás ha roto sus lazos de origen y destino. Esa consciencia, esesoporte ancestral es lo que hoy nutre su actualidad. Temas, estructuras, ritmos, cadencias, mientras se incorpora la narrativa de hechos vividos o su atemporalidad, en medio de una prosa que introduce quiebres de hablas, y hasta una teatralización de la vida. Todo ello y mucho más es la actualidad de la poesía venezolana de estos tiempos. La poesía venezolana, hoy, es la real y verdadera revolución del siglo XXI.  Tanto por su contenido como por sus formas y capacidad para introducir nuevos registros escriturales, una distribución y manejo del espacio poético y la libertad total y absoluta del trabajo de escritores dedicados al oficio poético. Vivirlo, trabajarlo y difundirlo.

 

  Si existe un tesoro infinito y de plenitud humana, ese es la poesía venezolana, hoy. La poesía venezolana, hoy, es el tesoro mejor guardado del Caribe. Quienes nos aventuramos en su descubrimiento, vamos encontrando en sus hacedores, pequeños destellos de esa iluminación, ese portento, esa fuerza idiomática y de infinitas metáforas que son la fuerza amorosa, deslumbrante que va marcando el sendero de la plenitud liberadora que significa vivir la poesía venezolana,hoy, tan intensa, telúrica y secreta.

 

(*)  camilodeasis@hotmail.com   TW @camilodeasis   IG @camilodeasis1

 

jueves, junio 24, 2021

Violencia epistémica




 Lecturas de papel

 

Violencia epistémica

 

Juan Guerrero (*) 

 

 

  Desde que los padres de la llamada Teoría Crítica, agrupados en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Francfort, a inicios de los años ’20, comenzaron a cuestionar la razón occidental, el pensamiento moderno ha ido progresivamente reduciéndose hasta acabar en lo que el profesor Bauman denominó, ‘sociedad liquida’, diluido entre la soledad del hombre y la banalidad de las sociedades que alcanzaban la prosperidad y el confort. 

 

Este período de crecimiento económico y aceleración de la sobre producción y la súper tecnología, al mismo tiempo relegó a otras sociedades hasta invisibilizarlas y desplazar a sus poblaciones a minorías segregadas.

 

De esta manera surgen progresivamente los movimientos que irán redescubriendo los rostros de quienes permanecieron por décadas relegados y cubiertos por las sombras de la inexistencia como realidades solo importantes para ofrecer, tanto materias primas como su misma humanidad, para ser exhibida en el circo de las ilusiones de ferias tercermundistas.

 

 Ese mundo perdido y exótico, compuesto por una formidable ‘heterogeneidad temática’ ha ido agrupándose en lo que se conoce como minorías étnicas, religiosas, sexuales, ideológicas, que en su hibridación política’ van a coincidir hasta esto que en los últimos tiempos se ha dado en llamar, ‘violencia epistémica’, término acuñado por la doctora M. Belausteguigoitía, quien a su vez lo desarrolla a partir de las ideas de la profesoraGayatri Spivak.

 

 Este mundo donde ahora nos toca vivir es el espacio donde anidan y se expresan todas y cada una de las minorías que por décadas han sido silenciadas por los sistemas ideológicos imperantes, que de manera vertical han establecido un solo tipo de razón y de pensamiento soportados por una institucionalidad que le da sustento y sentido de existencia.

 

Han pasado poco más de 90 años desde que la Teoría Crítica, de M. Horkheimer fue publicada exponiendo los principios y el razonamiento para explicar la realidad que significó el sufrimiento de las sociedades europeas de entre guerras y los procesos de industrialización. La violencia epistémica viene ahora a indicarnos que todo tipo de pensamiento, de razonamiento que genere violencia o sea motivo de enfrentamiento, es contrario al pensamiento lógico y trascendente, y, por tanto, carente de humanismo. No creo, sin embargo, que, como están indicando algunos extremistas en sus reclamos sociopolíticos, las posibilidades del pensamiento complejo sean motivo para demostrar la locura de esto que se señala.

 

La violencia epistémica va directamente al núcleo, centro del problema: la ausencia e invisibilización del Otro-contrario, su reducción al silencio y anulación. La discusión de este postulado propone visibilizarlo y reconocerlo como sujeto histórico. Esto último que señalamos está siendo manipulado, tanto por las corrientes de pensamiento populista/extremista, integrados en poderosos y gigantescos medios de comunicación, como de la institucionalidad tradicional negada a integrar a la realidad de sus sociedades, los rostros ausentes del protagonismo que por derecho humano le corresponde desempeñar.

 

  Estoy de acuerdo en revisar, discutir, proponer e incluso, incorporar el pensamiento de las realidades minoritarias como derecho humano a existir, sin que ello signifique, como se está evidenciando, la imposición de un sistema de vida totalitario, donde gran parte de esas ‘minorías’ históricamente relegadas, una vez en el poder, se dediquen a desarticular el Estado y legitimar la venganza de quienesbuscan, como sistemática perversión de una ‘razón de la marginalidad’, imponer su pensamiento y consciencia desechables. Es la típica reacción del ‘hombre de la tribu’ que se ampara en su legítimo reclamo para incendiar de odio y rencor el entorno donde se siente extranjero y, por tanto, reniega y rechaza.

 

Gobernar sobre los escombros de una sociedad de minusválidos mentales no creo que nos lleve a ningún puerto medianamente tranquilo y seguro. La fragilidad del pensamiento del hombre de estos tiempos está soportada en la incertidumbre de quienes han estado ocultos por generaciones en las cuevas del fracaso como individuos rezagados, resentidos sociales, por tanto; deseosos de acceder al poder para vengarse del mundo y disponer de lo que nunca han tenido.

 

Tergiversar teorías que han sido por años tratadas escrupulosamente por teóricos reconocidos es falsear la historia, para dar paso a un tipo de pensamiento de la marginalidad, y con marginales jamás se podrá desarrollaruna sociedad que beneficie a las mayorías y mucho menos, acceder a un estado humanizado de riqueza integral.

 

(*)  camilodeasis@hotmail.com   TW @camilodeasis   IG @camilodeasis1

miércoles, junio 16, 2021

De Dinamarca llega un barco cargado con...




 Lecturas de papel

 

De Dinamarca llega un barco cargado con …

 

Juan Guerrero (*) 

 

  Por estos días leí una noticia donde se indica que en Dinamarca están desarrollando un proyecto, para incorporar a las bibliotecas del país, donde usarán a personas como ‘libros humanos’, con la finalidad de superar los problemas de xenofobia, adicciones, y demás fobias entre la población. 

 

  La idea es que las personas-libros, escogidas para el proyecto, asuman su rol como instrumento de comunicación y se conviertan en ‘títulos’. Así, encontrarán los usuarios títulos, como: ‘Refugiado’, ‘Desempleado’, ‘Bipolar”, entre cientos de personas-libros a la espera de lectores que podrían superar, así, sus patologías, además de obtener nuevos aprendizajes y conocimientos.

 

  No se crea que esta idea sea muy novedosa y original. Ya en la época de la antigua Roma existió un acaudalado comerciante quien ayudó a surtir las bodegas de los emperadores y quien poseía una extensa propiedad, tan grande y majestuosa, que solo era superada por el mismísimo emperador.

 

  Itelio se llamaba y en su lujoso palacio cabía todo un pueblo mientras era atendido por poco más de 200 esclavos, sirvientes y asistentes. En su residencia se ofrecían banquetes todas las semanas con la asistencia del ‘jet set’ de la época. No había noble ni adinerado que no asistiera a las bacanales del acaudalado hombre de negocios del imperio.

 

  Como era la costumbre de la época, en su mansión se practicaba, como un ritual de elegancia y alta cultura, la llamada sobremesa, momento según el cual los comensales se dedicaban a tertuliar sobre los acontecimientos políticos, religiosos, musicales, deportivos, y, obviamente, sobre temas culturales y literarios del momento.

 

  Pero si Itelio era un adinerado y famoso comerciante y gentil anfitrión, era, no obstante, un personaje que, en boca de sus invitados, resultaba risible y hasta ridículo, porque era incapaz de llevar una conversación medianamente interesante sobre temas más allá de su área de conocimiento; el comercio y suministro de víveres al emperador.

 

  Por eso Itelio era blanco de burlas, chanzas y comentarios anecdóticos donde su incapacidad para tertuliar era nula y supremamente aburrida, fastidiosa y elemental.

 

  Cierta vez esos comentarios llegaron a oídos de su mayordomo quien no perdió tiempo en hacerlas saber a su amo. Preocupado por ser blanco de adversos comentarios y temeroso de perder sus vínculos con el poder imperial, el acaudalado comerciante se hundió en profundas cavilaciones para encontrar solución a su incapacidad de buen tertuliano.

 

  Hasta que cierto día dio con la solución: mandó llamar a su mayordomo y le ordenó que ingresara a la biblioteca del imperio y seleccionara, de los mejores libros de todos los tiempos, doscientos de los más actuales y comentados por sus honorables comensales.

 

  Cumplidas las órdenes de Itelio, hasta su palacio llegaron los mejores y más comentados libros de la época, entre ellos, La Odisea, La Eneida, La Ilíada, entre tantos otros. De seguidas, Itelio ordenó a su mayordomo que le entregara a cada uno de sus esclavos, un libro, con la instrucción de que se memorizara, palabra por palabra, cada obra entregada, con la firme amenaza de ser ajusticiado si la orden era desobedecida. De esta manera, a partir de ese momento, cada uno de sus esclavos dejaron de llamarse con sus antiguos nombres y pasaron a ser llamados y vistos como libros. 

 

  Las murmuraciones y comentarios de semejante idea pronto se conocieron en toda la ciudad y las ansias por ser invitados al banquete en la propiedad de Itelio, aumentaban conforme pasaban los días y semanas. Hasta que un buen día, el noble y adinerado comerciante mandó a repartir con su mayordomo, la acostumbrada invitación para un nuevo banquete, junto con la acostumbrada tertulia. Esta, se alargó hasta entrada la madrugada con el asombro de sus invitados quienes no dejaban de maravillarse al encontrar a un anfitrión tan desenvuelto, carismático y profundamente versado en infinidad de temas. El noble Favio inició la tertulia hablando del banquete que se ofreció, en la casa deldivino Odiseo, para acompañar a los amantes de su esposa, la serena Penélope. A lo que Itelio, luego de mojar sus labios en su copa de oro, ordenó a su mayordomo que llamara a Odisea. Le ordenó encontrar en su memoria el capítulo en cuestión, y de seguidas, el ‘libro’ brotó en seguras palabras los versos que seguían. De esta manera, los tertulianos quedaron boquiabiertos ante semejante revelación.

 

  Se comentaba que, en las invitaciones para sus banquetes, los nobles romanos hacían colas interminables para sentarse lo más cerca de Itelio y presenciar cómo era capaz de recitar cuanto tema de sobremesa era desarrollado en sus extraordinarias y sabias tertulias.

 

  Pero hete aquí que en cierta ocasión ocurrió un triste y lamentable percance. Fue por la época de las bacanales cuando, ya entrada la madrugada y mientras se libaba del mejor vino de su última cosecha, a Itelio, un poco embriagado en la noche estrellada, le dio por recitar los versos del ancestral poeta, Homerus. Mandó llamar a su mayordomo. –Pero mi amo, es que Ilíada está durmiendo. –¡Pues no me importa! Acto seguido, el mayordomo fue a buscar el viejo libro, pero apareció con las manos vacías. –Amo, es que Ilíada tiene un mal muy grande. Tiene dolor de estómago y no puede recitar. 

 

  Pensemos que la renovada idea de los daneses, contemple esta y otras urgencias para que su proyecto de convertir personas en libros pueda ejecutarse sin mayores contratiempos.

 

(*)  camilodeasis@hotmail.com   TW @camilodeasis   IG @camilodeasis1

jueves, junio 10, 2021

La revolución silente

 




Lecturas de papel

 

La revolución silente

 

Juan Guerrero (*) 

 

 Nada nuevo tiene el triunfo del maestro Pedro Castillo en Perú. Gana por partida doble el populismo tradicional latinoamericano y apuntala los regímenes totalitarios, tanto en Nicaragua, Cuba y Venezuela.

 

 El mal menor al que se refería Vargas Llosa, con la candidatura de Keiko Fujimori, solo iba a retardar unos años el proyecto del socialismo del siglo XXI latinoamericano. Situación que se observa en Argentina, México y Chile, donde los poderes institucionales se resisten a ser controlados por el Ejecutivo. Pero pareciera inevitable que estos tres países cedan, finalmente, a la tentación del populismo porque desde hace décadas han sido penetrados, silenciosamente, en sus áreas culturales, educativas, sociales y en la práctica de sus partidos y organizaciones políticas, a través de la tradición de ‘vida democrática’ que ejerce, bobaliconamente, cada cierto tiempo, una sucesión del poder con sus elecciones cada vez más dudosas. 

 

Como lo ha señalado de manera dramática la doctora, Hilda Molina, (ver en https://youtu.be/WbXVJ43RSQs ) neurocirujana cubana, y una de las personalidades que ha vivido en carne propia la cercanía con la cruel vida del castrismo, el proyecto del poder hegemónico es una idea del líder cubano, Fidel Castro, que se viene desarrollando desde antes del triunfo de la revolución cubana.

 

El motor esencial que obra y genera adeptos al proyecto se basa en el resentimiento, el odio, el dinero y el poder. Toda una ‘ciudad del pensamiento’ para instaurar la hegemonía de la revolución de los antivalores se encuentra enclavada en la isla caribeña. En sus instalaciones se encuentran los más destacados ideólogos, estrategas y mentes brillantes, desde hace décadas, quienes definen los perfiles de los líderes que formarán parte de los grupos que desempeñarán misiones en todos los países latinoamericanos, incluso, en Europa.

 

La estrategia principal es la suplantación de los sistemas democráticos tradicionales, de las burguesías nacionales, usando las estrategias políticas de elecciones institucionales, para iniciar el desmantelamiento del Estado republicano y democrático. Ocurrió en Nicaragua y también en Venezuela, donde se hace casi imposible recuperar la institucionalidad democrática porque el control del poder es hegemónico y totalitario, a tal grado que la estructura institucional militar/policial y de inteligencia, ha sido absolutamente copada y controlada desde el propio centro del real poder, que se encuentra en La Habana. A su vez, esta nación cuenta con el respaldo de Rusia, China, Irán, Siria y Corea del Norte, que actúan de manera monolítica y entre ellas se aseguran una constante asistencia. Este es parte del esquema que se está buscando implantar para el resto de los países latinoamericanos.

 

  Porque ya no es el control de Venezuela, sola, o de Nicaragua, sola, o Bolivia, sola. Es la agrupación de estospaíses en un sólido bloque que llevaría la destrucción definitiva de la cultura occidental como tal, y la instauración de la revolución de los llamados antivalores.

 

  No es casual que el líder peruano, Pedro Castillo, sea un maestro de escuela rural. Tampoco que tenga en su plataforma como guía política las reivindicaciones de los olvidados, los desclasados, los apartados, es decir; el accionar del odio de clase, el resentimiento social oculto y las ansías de poder y uso del dinero como reclamo para implantar la llamada ‘justicia social’. Veremos, dolorosamente, en los venideros meses, cómo en este país, como ocurrió en Venezuela o Nicaragua, se desencadenará el desmantelamiento progresivo de sus instituciones y la improductividad de sus industrias, con el inevitable empobrecimiento de su población.

 

 En algunos artículos hemos venido escribiendo sobre este asunto de la ‘revolución silente’ que se inició en los años 60. Al comienzo se creía que imitando la lucha armada cubana era factible la toma del poder. Sin embargo, las sucesivas derrotas de los grupos castristas junto con los movimientos nacionalistas, llevaron a la derrota, no solo en América Latina, también en África y el Medio Oriente. El cambio de estrategia, que requería de tiempo y formación de líderes, representa, hoy, una evidente victoria de esa estrategia que tiene como centro de pensamiento a Cuba y sus referentes teóricos internacionales, en el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.

 

  No. Esto que escribimos no son ‘teorías conspirativas’ ni tampoco ideas al garete de pensamiento derechista. Es una realidad que cada día cobra más sentido y coherencia en la medida que se van cumpliendo los postulados que fueron discutidos en múltiples foros, encuentros, escritos, libros y documentos, la mayoría de ellos, insertos por sus protagonistas en los medios impresos y las redes sociales.

 

Creo que la única posibilidad de revertir este avance de la revolución silente y de los anti valores, es facilitar a las sociedades y gobiernos democráticos occidentales, proyectos que permitan a los grupos sociales y las inmensas áreas poblacionales desasistidas del continente americano, elacceso a la educación en valores (el desarrollo del pensamiento complejo), la asistencia sociosanitaria, alimentaria y de empleos. Superar la marginalidad mental y el empobrecimiento de millones de seres humanos, será la única posibilidad de evitar el avance del odio y del resentimiento social, llamado socialismo del siglo XXI.

 

(*)  camilodeasis@hotmail.com   TW @camilodeasis   IG @camilodeasis1





miércoles, junio 09, 2021

Para celebrar a Ramos Sucre

 José Antonio Ramos Sucre. (Cumaná, 9 de junio de 1890 - Ginebra, 13 de junio de 1930)

JG. Caracas, 1977

con tu traje oscuro caminabas por las calles de caracas/ 

hoy yo hago lo mismo    solo que tú viniste antes/

y tus pasos se han perdido entre calles

llenas de asfalto

con risas desenfrenadas que te descomponían los oídos/

entre las huellas de nuevos caminantes

    triste tu vida    qué se le va a hacer    hoy te leo/

ramos sucre

y te mueves con las olas que dibujaste/

hace ya largo tiempo    que hoy sin embargo me mojan/

beatriz debe estar en ti    qué cosa    me pareció verte cierto/

día de espaldas

entre la gente que rebuscaban viejos libros/

en una improvisada librería en el silencio/

te fuiste con las imágenes    te fundiste en ellas/

te quedaste varado en el camino 

murmurando algo en latín o griego 

    ya no tienes tiempo ni historia ni edad 

tan solo un poco de desierto hay en ti    la mirada/

de una mujer como una sombra destartalada/

que hace ya largo tiempo

te olvidó

hoy sin embargo existen un poco las mismas cosas/

un poco de negro    un poco de esa misma soledad    cierta/

tendencia a la muerte     un poco de lobos enfurecidos/

tal vez más/

queda sin embargo el mismo mar    ese paisaje marino/

con las olas que algo te movieron 

todo ha cambiado    aunque un poco 

a tu entierro fue el emperador de china 

y un mandarín    por las calles apareció la jauría/

botando fuego en los ojos

y el oso pardo    y te enterraron

y contigo se fueron ellos también 

con la negra nieve te fuiste    entre juncos

con las vacías tinieblas

    ahora todo ha cambiado ramos sucre    aunque un poco/

qué se le va a hacer


(Foto: Google)


jueves, junio 03, 2021

El daño ontológico a los venezolanos

 



Lecturas de papel

 

El daño ontológico a los venezolanos

 

Juan Guerrero (*) 

 

  El sector donde vivo es una zona rural, a las afueras de una pequeña ciudad. La urbanización apenas tiene 29 casas, de ellas 5 están desocupadas, sus dueños emigraron hace ya varios años. Quedamos 24 vecinos, de ellos, en otros 5 hogares apenas viven una o dos personas. En la práctica quedamos 19 familias quienes, sin darnos cuenta, hemos construido una pequeña ‘burbuja de seguridad’ para resguardarnos. La vida está, ciertamente, detenida en la única calle donde toca vernos las caras una que otra vez. Algunos han decidido desarrollar actividades deportivas y se lanzan a jugar volibol, hacen asados y parrillas, se entretienen y buscan hacer con sus hijos pequeños huertos familiares.

  La idea es perpetuar los valores y principios de solidaridad, trabajo en grupo, afirmar los afectos. En resumen, mantener vivos los ancestrales lazos que hermanan en eso que se llama ‘venezolanía’ y que es común para cualquier habitante de una real y verdadera nación.

 

  Todos permanecemos encerrados en un espacio físico que no excede los 100 metros lineales por 50 de ancho. A ese espacio se nos ha reducido nuestro país, nuestra nación, nuestra república. Más allá de esos límites existe eso que han dado en llamar, ‘el no-país’ o ‘ex país”. Vivimos en medio de una muralla que es la cerca perimetral coronada por seis alambres energizados, con una vigilancia de 24 horas, que realizan dos personas que no duermen o lo hacen muy mal, para que nosotros podamos seguir pensando que vivimos como Dios manda.

 

Como comunidad no tenemos mayores dolores de cabeza salvo las cuotas extras para cancelar los sueldos a los vigilantes, o el servicio y mantenimiento del portón de entrada de los vehículos, o las pequeñas refriegas de quienes cantan a medianoche mientras asan carnes y escuchan música a alto volumen. 

 

  Nos despiertan los cantos de los pájaros al amanecer y las lluvias que anuncian el invierno del trópico. –Somos privilegiados, al menos eso pienso. Pero también pienso que hay algo por dentro que se ha ido al fondo, se ha hecho trizas. Queda una añoranza por saber que ‘algo no se alimenta, que ha quedado en el puro esqueleto. Es que todos los meses, todas las semanas, todos los días, todas las horas parecen iguales. Uno se siente detenido espiritualmente en medio de una sabana, en la mera pampa, pues. Vive a cielo abierto, sin ayer ni mañana. 

 

  Los venezolanos que habitamos el territorio físico, somos eso, pisatarios de una tierra. En mi caso, como lo describo, habito un espacio inventado, porque no sé con certeza lo que ocurre en realidad más allá de 100 metros, hasta el portón de entrada/salida. Los vecinos se esfuerzan en mantener viva su cotidianidad, su día a día como le llaman. Pero todos sabemos que vivimos un auto engaño. Por eso duele tanto el alma, el ser de cada quien. Cada día se nos enflaquece el ser y se disminuye. Las alegrías verdaderas, esas que generan carcajadas desde las mismas entrañas, se han quedado tapadas por las mascarillas y apenas se escuchan risas pasajeras o dibujadas en caritas amarillas de las pantallas cibernéticas.

 

  No hay razones de vida que impliquen plenitud que colme el alma. Nuestro ser ha emigrado más allá de nuestras carnes. Acaso queda esta malograda andanza para un bodegón, para un mercadillo, hasta una destartalada panadería, buscando en nuestra incertidumbre de un miserable sueldo, completar para adquirir alimentos, medicinas. En eso se nos pasa la vida.

 

El empobrecimiento de nuestro ser es absoluto. Está malogrado, ha quedado fragmentado en medio de tanto miedo, tanto desgaste físico por tanto reclamo, tanta protesta, tanto grito organizado por tanta muerte injusta, tanto atropello, tanto vejamen.

 

  He leído hace pocos días un ensayo sobre la violencia antropológica contra los venezolanos, los maltratos a la condición humana, el miedo y la incertidumbre De cierto todo eso y más que se ha evidenciado y demostrado con documentación y denuncias de quienes lo han sufrido; esto que indico, tiene otra herida que va más al fondo: la llaga que deja en la intimidad del ser venezolano la experiencia de poco más de 20 años, en el maltrato a su condición de ciudadano de una república, sus ancestrales principios, valores y su ética de vida cívica. Es más que un intenso insomnio y alteración psicológica y neurológica, que ha desatado tanto suicidio.

 

  El maltrato al ser nacional y su cotidianidad es un padecimiento que tardará décadas en sanar. El socialismo del siglo XXI nos arrebató el alma, nos descuartizó el ser, la intimidad del silencio y la ternura en la mirada.

 

La patología, el morbo son el mal del nuevo siglo implantado en el ser del venezolano por la revolución nacional socialista, llamado chavizmopara perpetuarse en el poder. Una sociedad diezmada, quebrada y alterada en el centro de su ética/estética, de su ser y hacer.

 

  Quienes sobrevivimos en este territorio inhóspito, dividido en zonas estratégicas para el pillaje, el narcotráfico y los campamentos de minería ilegal y terrorismo, ya no tenemos más que ofrendar a la libertad, salvo nuestros indefensos cuerpos y la palabra imposible, que se niega a claudicar, que sigue resistiendo, aunque no sepa para qué seguir viviendo en medio de tanta tragedia y crueldad.

 

(*)  camilodeasis@hotmail.com   TW @camilodeasis   IG @camilodeasis1