sábado, octubre 06, 2012

Elecciones interactivas

Me interesan las elecciones venezolanas, entre otras cosas, porque los medios interactivos van a estar usados, no tanto por periodistas certificados y calificados, sino por anónimos ciudadanos quienes se convertirán en activos reporteros para cubrir un evento que tiene como una de sus metas, incorporar al mayor número de electores. Van a ser estos usuarios de las redes sociales, bien por Twitter, a través de Facebook, por las mensajerías internas de los celulares, entre otros instrumentos cibernéticos, quienes mantendrán, más que las revistas, periódicos, radio y televisión, la información instantánea de lo que suceda en cada rincón de este país. Veremos sin duda alguna, cómo a través de imágenes, videos y comentarios, se irán perfilando las opiniones que en su verificación darán lugar a hechos comprobados en el transcurso de los minutos. Y es ahí, en el tiempo de lo instantáneo donde los medios interactivos les llevan la delantera a los medios audiovisuales clásicos. Sobre todo en quienes están al frente de ellos, que no tienen por qué restringir sus comentarios ni la información que envían. Esa es otra ventaja de estos medios modernos. Progresivamente los ciudadanos vamos teniendo consciencia del poder de penetración y persuasión que tienen estos novísimos instrumentos de comunicación. La única regulación está en cada uno de nosotros. Por tanto, son nuestros principios, valores y sentido común agrupados en eso llamado moral y ética cívica, lo que regule nuestra información. Usando los medios interactivos todo usuario se convierte en un esporádico comunicador social. No creo que en la población se pueda hablar de perdedores. Todos vamos a ganar porque siempre que el Estado accede y permite al ciudadano su derecho al acto de votar, es una reafirmación de la libertad y la democracia. Más allá de elegir a un nuevo presidente o de ratificar a otro, se profundiza en la memoria democrática del venezolano que solo y únicamente somos nosotros, con nuestro voto, quienes quitamos o ponemos a los responsables de dirigir nuestros asuntos político-administrativos del Estado. La idea trasnochada de las cachuchas militares como solución a las crisis sociopolíticas ya pasó de moda y está desde hace años en desuso. Es relativamente fácil vivir en un régimen militar-dictatorial. Lo difícil es la vida democrática, donde la rigurosidad de la Ley y la Educación, como guías supremas del Estado, son asunto serio donde solo las mujeres y hombres virtuosos, con valores y principios marcados por la solidaridad, el estudio y el trabajo dignos, son la única garantía para construir una sociedad de seres real y verdaderamente humanizados. Los ciudadanos venezolanos tenemos el privilegio, que no muchas otras sociedades, de asistir a unas elecciones marcadas por la transparencia que ofrece una institución creada únicamente para servir de árbitro entre quienes se disputan las preferencias del elector. Por lo tanto, y después de más de 50 años de existencia, suponemos que sus integrantes, sobremanera ingenieros, estadísticos, técnicos, personal administrativo y de servicio, tienen una amplia experiencia en la actividad eleccionaria. Y como dicen por las calles y esquinas de esta Tierra de Gracia; si votas tienes derecho a reclamar a tus representantes. Pero si te abstienes, no te quejes después. Tu voto es tu derecho a tener presencia y hacerte visible para vivir y convivir en una sociedad de iguales, donde tu participación tiene protagonismo y es tomada en cuenta. Así estarás construyendo una sociedad rigurosamente democrática. Es decir; marcada por principios morales y actos éticos de convivencia social. (*) camilodeasis@hotmail.com / @camilodeasis

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