viernes, junio 01, 2012
¡Otro rostro!
Los últimos años han sido de particular invasión de la política, los políticos y sus partidos en la vida del venezolano. Esta actividad ha traído la participación de inmensos conglomerados humanos de muy dispares criterios, creencias y posturas.
Tanto así que la acelerada participación de mujeres y jóvenes le ha dado a esta práctica un interés e importancia que no tenía hace apenas 20 años.
Considero que la participación de la mujer ha sido el aporte más significativo de la política en la sociedad venezolana. Sin embargo, esta práctica comienza a saturarse por la propia dinámica de las comunidades y por las necesidades de los ciudadanos quienes paulatinamente sienten en su privacidad, la invasión de este síndrome en lo que ha devenido la política en Venezuela.
Como sinónimo de confrontación, disparidad, maltrato y picardía la política y sus practicantes son vistos con recelo, temor y duda por quienes deseamos vivir sin tanta zozobra, en paz, tranquilidad y armonía.
Visto lo anterior y ante tanta mugre política, discordia y negatividad, muestro ese otro rostro, esa otra sociedad que continúa en la constancia de la vida de todos los días, construyendo el país posible, verdadero, sin la intromisión de la política y sus ejecutores.
Por estos días supimos de la existencia de un adolescente, José Ángel Salazar (14 años) quien ha sido nombrado director titular de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Nueva Esparta. Con este nombramiento, Salazar se convierte en el director de orquesta más joven del mundo.
Tenacidad, años de estudio y práctica de esta disciplina le han posibilitado a Salazar, a tan corta edad, acceder a una posición tan distinguida y obviamente, de orgullo para sus conciudadanos.
Esta distinción se suma a las ya conocidas del director de orquesta Gustavo Dudamel (1981) quien en 2004 obtuvo el Primer Premio del concurso de dirección Gustav Mahler. El maestro Dudamel es en la actualidad director titular de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, la Sinfónica de Gottemburg, y de la Sinfónica Simón Bolívar. Tres de las más prestigiosas orquestas de música clásica del mundo.
A esta constancia del esfuerzo académico agregamos el virtualismo de otro joven maestro venezolano, Diego Matheuz (1985) formado en el Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, con más de 250000 mil niños y jóvenes, durante más de 35 años de actividad ininterrumpida.
Matheuz es el director principal de la orquesta de uno de los teatros más emblemáticos de Europa y particularmente de Italia: El legendario teatro La Fenice, de Venecia.
Pero si esto fuera poco, hace apenas unos días supimos de la designación de otro venezolano, el doctor Rafael Reif quien después de permanecer 8 años como rector fue elegido presidente del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusett (MIT, por sus siglas en inglés). El MIT es considerado el centro académico de investigación más importante del mundo.
Estas personalidades de prestigio universal han llegado a esas posiciones por esfuerzo personal, apoyo familiar e institucional y constancia y práctica diaria en sus respectivas áreas.
Ellos continúan el tránsito de otros insignes venezolanos, como Jesús Soto, Carlos Cruz-Diez, Alejandro Otero y Juvenal Ravelo, del movimiento cinético universal. También Carolina Herrera y Ángel Sánchez, en el difícil y competitivo mundo de la moda y el diseño.
Son nombres de apenas unos cuantos venezolanos que se unen a los cientos de millones de ciudadanos quienes diariamente, bien de manera individual o colectiva, son el soporte de la cultura nacional, sin mayor interés que el deseo de vivir en un país decente y digno de ser compartido.
(*) camilodeasis@hotmail.com @camilodeasis
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1 comentario:
Un país decente Juan... Eso es.
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