Estar en tuiter (twitter@) se ha convertido para gran parte de quienes hacemos vida en la Internet, en una herramienta donde se reproducen las informaciones de la cotidianidad, más allá de aquellas conocidas por los medios tradicionales, bien sea en la prensa, radio o televisión. Habitado y muchas veces, controlado, por quienes hacen de ella su medio de trabajo: los periodistas. Resulta que ahora son los usuarios mismos quienes se han apropiado de sus hechos noticiosos. Inicialmente este medio de comunicación fue invadido por los periodistas quienes impusieron cierto control sobre las informaciones allí aparecidas. Sin embargo, la presión de los usuarios ha ido horizontalizando el uso del tuiter hasta democratizarlo y ser el usuario, simple y llanamente cualquiera sea, quien determina la información que debe aparecer resumida en 140 caracteres.
Me gusta esto pues es el usuario quien finalmente se apropia de su entorno informativo. Todo escrito que aparece en la pequeña pantalla del teléfono o por la computadora es importante: desde aquellas más insólitas, de usuarios que se despiertan y antes de cepillarse los dientes van a escribir los buenos días, hasta aquellos concienzudos quienes escriben sus reflexiones de vida como sentencias axiomáticas. Los hay quienes usan el idioma trasnochado y sentenciosamente académico hasta aquellos que transcriben la oralidad de la lengua en su versión más pueblerina que lleva a la hilaridad. Unos practican el periodismo callejero despertando en los profesionales del medio noticioso una desenfrenada lucha por acercarse a la verdad del hecho. Otros bendicen y llenan los espacios de santos, ángeles y querubines, mientras unos satanizan y maldicen la vida. Unos cuantos juegan el deporte nacional y apuestan a su equipo y otros se identifican con su grupo o partido político. En fin, que tuiter es el encuentro de aquellos que quieren expresarse. Estar al día. Su uso cada vez se acentúa más y esto posiblemente porque el hecho noticioso se acerca más a la realidad y sobre todo, porque es el propio usuario quien escribe y en ello dibuja su verdad del hecho, y busca compartirlo con el Otro. No pasa por ningún “filtro” formal u oficial. No hay un jefe de redacción ni comisario político ni ayatolá religioso que le modifique ni una coma para autorizar su difusión. Es el usuario con su consciencia quien determina lo que escribe y cómo lo escribe. Obviamente que existen excesos, exageraciones, malas interpretaciones, sesgos y pare usted de contar. Pero el control social, libre, va adecuando la información, decantándola, hasta poderla digerir.
Muchas noticias han aparecido en el tuiter antes de ser conocidas por los medios de comunicación tradicionales, sean estos oficiales o privados. Y muchas noticias, llamadas “tubazos” han sido difundidas por el tuiter en palabras de desconocidos tuiteros que andan por el mundo escribiendo la historia de la cotidianidad de la vida, resaltando su trivialidad, que cada vez se ve más importante.
Esto, curiosamente, está modificando la perspectiva de la noticia y los hechos y además, construyendo una historia que parte, no ya de las grandes verdades que hacen los grandes momentos de una historia oficial y formal, sino de aquellos pedazos de verdades, las cotidianas, las triviales que van hilvanando historias de una sociabilidad de la vida hecha con los retazos que cada uno de nosotros aporta a la existencia. Una verdad donde hemos tenido participación, mientras escribimos los 140 caracteres donde se sintetiza una historia, nuestra historia, que sabemos importante, al menos para cada uno de nosotros y de quienes nos leen.
(*) camilodeasis@hotmail.com twitter@camilodeasis
Me gusta esto pues es el usuario quien finalmente se apropia de su entorno informativo. Todo escrito que aparece en la pequeña pantalla del teléfono o por la computadora es importante: desde aquellas más insólitas, de usuarios que se despiertan y antes de cepillarse los dientes van a escribir los buenos días, hasta aquellos concienzudos quienes escriben sus reflexiones de vida como sentencias axiomáticas. Los hay quienes usan el idioma trasnochado y sentenciosamente académico hasta aquellos que transcriben la oralidad de la lengua en su versión más pueblerina que lleva a la hilaridad. Unos practican el periodismo callejero despertando en los profesionales del medio noticioso una desenfrenada lucha por acercarse a la verdad del hecho. Otros bendicen y llenan los espacios de santos, ángeles y querubines, mientras unos satanizan y maldicen la vida. Unos cuantos juegan el deporte nacional y apuestan a su equipo y otros se identifican con su grupo o partido político. En fin, que tuiter es el encuentro de aquellos que quieren expresarse. Estar al día. Su uso cada vez se acentúa más y esto posiblemente porque el hecho noticioso se acerca más a la realidad y sobre todo, porque es el propio usuario quien escribe y en ello dibuja su verdad del hecho, y busca compartirlo con el Otro. No pasa por ningún “filtro” formal u oficial. No hay un jefe de redacción ni comisario político ni ayatolá religioso que le modifique ni una coma para autorizar su difusión. Es el usuario con su consciencia quien determina lo que escribe y cómo lo escribe. Obviamente que existen excesos, exageraciones, malas interpretaciones, sesgos y pare usted de contar. Pero el control social, libre, va adecuando la información, decantándola, hasta poderla digerir.
Muchas noticias han aparecido en el tuiter antes de ser conocidas por los medios de comunicación tradicionales, sean estos oficiales o privados. Y muchas noticias, llamadas “tubazos” han sido difundidas por el tuiter en palabras de desconocidos tuiteros que andan por el mundo escribiendo la historia de la cotidianidad de la vida, resaltando su trivialidad, que cada vez se ve más importante.
Esto, curiosamente, está modificando la perspectiva de la noticia y los hechos y además, construyendo una historia que parte, no ya de las grandes verdades que hacen los grandes momentos de una historia oficial y formal, sino de aquellos pedazos de verdades, las cotidianas, las triviales que van hilvanando historias de una sociabilidad de la vida hecha con los retazos que cada uno de nosotros aporta a la existencia. Una verdad donde hemos tenido participación, mientras escribimos los 140 caracteres donde se sintetiza una historia, nuestra historia, que sabemos importante, al menos para cada uno de nosotros y de quienes nos leen.
(*) camilodeasis@hotmail.com twitter@camilodeasis
No hay comentarios.:
Publicar un comentario