sábado, junio 04, 2011

Ladrar


Por estos tiempos en Venezuela se viven días difíciles. Tanto por la inseguridad como por los bajos sueldos, escasez de alimentos y pare usted de contar. Frente a esto también se ven por las calles de las ciudades y en cuanto semáforo y esquina y acera de este país exista, personajes que hacen cualquier cosa para obtener dinero.
Uno de ellos aparece en los centros comerciales de Puerto Ordaz ladrando. Le llaman El Jimmy. Joven de no más de 35 años. Ladra cual perro cuidador de supermercado chino. Visita los cafés de los centros comerciales pasando raqueta por las mesas mientras los parroquianos celebran y le piden un ladrido adicional. Entre ladrido y ladrido Jimmy se embolsilla diariamente cerca de 400 BsF. como mínimo. Si se suma esa cantidad por 20 días (pues les restamos los fines de semana de cada mes y uno que otro feriado) el perro…digo, Jimmy obtiene 8000 BsF cada mes. Prácticamente el doble del sueldo de un profesor universitario promedio. Que debe tener su título de pregrado, una especialización, maestría y estar en estudios doctorales, además de tener una experiencia mínima de 10 años como docente-investigador.
Pero anoche cuando ladró en el café donde estaba, en menos de 2 minutos, Jimmy recabó en una mesa 30 BsF.
Otro personaje de las calles de Puerto Ordaz es uno que se disloca el hombro para dar lástima. Tiene ya varios años apoderado de uno de los tantos semáforos del pueblo. Dar lástima es su profesión. Después, ya cayendo la noche, se va a la panadería más cercana a cambiar las monedas por billetes de alta denominación y quizá por la mañana entra al banco, como otros de su especie, para depositar. A una de las tantas panaderías también entra otro personaje, quien tiene una camioneta medio destartalada, pero vehículo al fin, que muchos quisieran tener, con bolsas de monedas para cambiar por billetes.
También hay otro personaje en San Felipe, capital de la tierra de María Lionza, quien tiene años paseándose por las calles del pueblo vestido de burriquita. Entre baile y baile ha levantado familia y vive de la gente. O los modernos maromeros que han copado los semáforos en todas las ciudades del país, echando fuego por la boca, lanzando pelotas al cielo o jugando con cuerdas y pines. Uno de ellos estudia ingeniería en la UCLA de Barquisimeto. Tiene su buen celular, usa zapatos y ropa de marca y está cerca de graduarse. También un ex-boxeador que con cuerda y todo, se ejercita mientras la luz roja detiene a los conductores. Estos y otros cientos de miles de personajes se han vivido la vida a costa de las sobras de quienes creen que darles una moneda de 1 BsF (-pues darles menos es casi una ofensa) es poca cosa.
El perro Jimmy quien recabó en una mesa, apenas en dos minutos, 30 bolívares se fue feliz con sus ladridos. Ya podía descansar por más de dos o tres horas, pues ese dinero, promediado en tiempo, le facilita descansar su pierna fracturada y su garganta. No tiene supervisor que lo amoneste. Ni tiene que levantar informes ni corregir exámenes, ni asistir a reuniones latosas, ni marcar tarjeta, ni pagar impuestos, ni buscar los cestatickets mensuales en la cola de la taquilla, ni pedir permisos, ni tampoco reposo médico firmado después de tener que madrugar haciendo las interminables colas del Seguro Social. Jimmy es un buen hombre que apenas ladra y la gente cuajada de la risa le extiende su hueso metálico. Son las sobritas de los incautos parroquianos venezolanos quienes, además de creer que están ayudando a un desamparado, expían sus pecadillos para subir al cielo.
(*) camilodeasis@hotmail.com twitter@camilodeasis

2 comentarios:

welter_vargas dijo...

Mis mas cordiales saludos, y felicitaciones por dicho tema expuesto y que desde hace tiempo también había llamado mi atención, ya que de lo que has mencionado lo he visto no solo en puerto Ordaz sino también en Maturín, puerto la cruz, barinas, y algunas otras ciudades, de hecho el caso en cuestión es que nosotros los venezolanos o en si la mayoría hemos acostumbrado a estas personas que por necesidad comenzaron esta (nueva profesión )porque hay que llamarle así, y que luego se convirtió en una mamadera de gallo en todo el país, yo mismo hace unos años no encontraba trabajo y ayude por un tiempo a cargar bolsas en el mercado de puerto la cruz, y debo decir que las propinas eran muy buenas. El punto es que muchas de estas personas encuentran una manera más fácil de hacer dinero con un mínimo de esfuerzo o tiempo. Incluso conozco una muchacha que tiene una escalera de hijos, 9 en total a tan solo sus 28 año y habiendo comenzado a los 13, pero cada vez que esta embarazada o con pequeño en mano las ganancias diarias son muy buenas he incluso sus hijos mayores salen a la calle también a pedir pero no por necesidad sino que se han dado cuenta de que pueden obtener buen dinero y fácil. Incluso se ha puesto muy de moda los personajes que se montan en los autobuses urbanos con bolsas de caramelos, o charlas de gente enferma, religiosos, discapacitados, cantantes, e incluso en el transporte de obreros de la refinería de José, las famosas stripper. Esto se transforma en un oficio apto para todos aquellos a quienes les gusta la vida fácil, pero mencionados oficios no son un delito, pero si a veces una molestia ya que muchos de estos artistas incurren a la mentira por lo que en realidad es una verdadera estafa , aparte de que le quitan el puesto a las personas verdaderamente necesitadas quienes limosnean una monedita y a veces por desconocer si dice la verdad o no se la negamos, sin embargo queda la incertidumbre de si de verdad la necesitaba o era otro mago del engaño. La ironía es que muchas veces si le negamos la moneda o damos menos de la tarifa mínima aunque le ofrezcamos una bolsa de pan, se molestan. Y algunos nos estafan mas aun con un caramelito o tarjeta que a según ellos es un regalo sin valor, nada mas los que tengamos en el corazón, citándonos la frase, ni enriquece ni empobrece a nadie, o una pequeña colaboración, la que este a su alcance, recordemos que arriba hay un dios que para abajo ve. Al principio llegaba a mi casa con una carretilla de dulces hasta que comencé a analizar la situación y darme cuenta que era un negocio así que aprendí a decir no de vez en cuando y a tener siempre monedas en mi pantalón por si acaso, solo para estar preparado ya que ellos a veces i no tienen cambio supuestamente. Tal vez un día yo también me decida a tomar mi guitarra y cantar en lugares o recitar alguno de mis poemas pero con tanta competencia tendría que partirme una pierna para dar un poco de lastima ya que esta es la forma mas segura de adquirir buenos dividendos. En fin el tema es demasiado amplio y tal vez escriba también algo al respecto en mi blog, con esto me despido por ahora y será hasta una nueva oportunidad.

Juan Guerrero dijo...

Muy amable al leer y opinar sobre mi artículo. Cierto lo que afirma. He estado reflexionando desde hace tiempo sobre el tema y además de este, encontrarás uno que otro escrito que aborda el tema. De nuevo agradecido por sus palabras.