sábado, agosto 14, 2010

Entre NI NIs te veas



En la mayoría de las sociedades democráticamente estables los ciudadanos no pertenecen ni están afiliados necesariamente a partidos ni grupos políticos. Sí están, por el contrario, vinculados a grupos cívicos y religiosos que realizan actividades sociales desarrollando la consciencia del trabajo vocacional y de servicio comunitario. De esta manera se han podido establecer relaciones estables entre el Estado y los ciudadanos organizados. Esto ha podido mantener un contrapeso que es el equilibrio necesario para que el Estado no se entrometa, a través del ejercicio del gobierno, en la vida de los ciudadanos ni les censure su natural derecho a la vida en libertad.
Se observa entonces cómo los ciudadanos en sociedades, como Noruega, Alemania, Costa Rica, Francia, entre otros, se dedican a las actividades inherentes a sus necesidades más apremiantes, como la atención a sus trabajos, sus estudios, la atención a sus semejantes. Mientras la actividad partidista la ejercen apenas una minoría que se forma profesionalmente para dedicarse a esa tan importante función, que tiene como fundamento y principio ético, el esfuerzo supremo de servir a otros.

Con los años este grupo social, denominado despectivamente como NI NI se fue ampliando numéricamente al tiempo que iba delineando su pensamiento hacia concepciones de reflexiones críticas que orientan a la inclusión, el respeto al semejante, la solución de problemas concretos, el rechazo a la discriminación política del Otro-diferente, entre una serie de principios que marcan una manera de pensamiento que es el horizonte lógico del común de los ciudadanos normales hartos de tanto odio, rencor y venganza de ambos extremos.
De un tiempo para acá la dirigencia política nacional ha visto con estupor cómo ese grupo de ciudadanos ha ido en aumento al extremo de convertirse en la actualidad en mayoría, con una proporción cercana al 48%. Ahora se les llama No Alineados o Contestatarios Críticos para darles existencia y poderles captar como ´masa´ para que voten por sus intereses. Así las cosas, tenemos una población minoritariamente partidizada y grupal, llámese oficialistas u opositores, también despectivamente chavistas-escuálidos, y una inmensa mayoría que se sitúa en el centro del espectro político nacional. Reconoce en las corrientes del oficialismo y del gobierno aportes significativos, como el proyecto de las Misiones, como la Robinson, la Ribas o Sucre, las médicas con Barrio Adentro o las de alimentación, como PDVAL-Mercal, también los aportes al cine venezolano; así también la constancia y reafirmación de la vocación democrática en quienes se hacen llamar como opositores, Mesa de Unidad Democrática, la participación de los jóvenes y sobre todo, la activa participación de las mujeres venezolanas a través de las ONGs, creación y renovación de partidos tradicionales.

¿Qué parece entonces enturbiar la actual actividad política venezolana? Una incapacidad en la dirigencia política nacional, tanto opositores como oficialistas, para entender la superioridad política del ciudadano venezolano. No parecen estar a la altura de las circunstancias de la problemática que vive la sociedad. Tampoco parecen tener formación para darse cuenta que una significativa parte de la población joven, construye silenciosamente su propio mundo y lo nombra y disfruta a su manera. Existe todavía mucho atraso en las miradas analíticas del político venezolano actual. Ese desgaste está haciendo posible que los ciudadanos busquen maneras nuevas para ejercer sus derechos políticos. Y en esto son los mal llamados NI NIs o No Alineados quienes se agrupan en estructuras organizativas variadas para poderse defender, tanto del Estado todopoderoso y su gobierno, y también de los fósiles dirigentes de partidos y grupos políticos opositores.

twitter@camilodeasis

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